Politicuentos
Por: Mario Gálvez Narro
Iniciativas de oposición
Las primeras acciones de gobierno de Felipe Calderón llevan, paradójicamente, la impronta de López Obardor. La reducción de los sueldos de la alta burocracia federal y la reducción de los gastos de la administración -celulares, papelería, gastos para viáticos, asesores, etc- fueron propuestos inicialmente por el tabasqueño, quien pensaba ajustar el gasto de la administración a fin de para obtener más de 100 mil millones de pesos de ahorro, los cuales se destinarían a la inversión social y en particular a la atención de los sectores más desamparados. No obstante, dichas propuestas fueron objeto de toda clase de burlas y descalificaciones por parte de los corifeos y amanuenses del foxismo y la derecha, en particular la enquistada en los medios electrónicos nacionales.
La reducción del salario del presidente de
Que la idea original de esas propuestas haya sido del tabasqueño es una cuestión secundaria; lo relevante para el país y para la sociedad mexicana es que el presidente constitucional las lleve a la práctica, lo que demuestra de su parte no sólo sensibilidad hacia determinados problemas de la política mexicana, como este de los sueldos injustificados y en ocasiones escandalosos de ciertos servidores publicos, sino de que en los hechos puede haber -y de hecho hay- puntos concretos de concidencia con el PRD y otras fuerzas políticas. Como se recordará, el mismo Calderón puso de manifiesto esas coincidencias en carta al CEN perredista.
No obstante, el programa de austeridad anunciado ayer por Calderón peca de insuficiente. Apenas se anunciaron algunas reducciones en unos cuantos rubros de la administración y, sin embargo, se lograrán ahorros por más de 25 mil millones de pesos. Es obvio que si se podará de manera más sistemática y a fondo los inumerables gastos que tiene la alta burocracia federal, en la que se dilapidan decenas de miles de millones de pesos, los ahorros serían sin duda muy superiores a los 25 mil millones anunciados por el panista.
Hay infinidad de fugas de recursos en la administración federal, incluyendo en el Congreso y el Poder Judicial, el IFE y el TRIFE. Es un insulto al pueblo mexicano que el presidente de
Nada irrita más al ciudadano común que este asunto de los sueldos escandalosos de los dizque servidores públicos. Pero lo cierto es que, por desgracia, este no es una cuestión privativa del gobierno federal pues también se presenta en los gobiernos estatales e incluso municipales, y en ocasiones en circunstancias incluso más escandalosas por los bajos presupuestos de dichas entidades. Como se recordará, aquí fue famoso el caso del exgerente del SIMAS, Fernando Alatorre Dressel, en la administraciòn de Anaya Llamas (panista), quien se autorizó en complicidad con el Consejo de la empresa un salario de 198 mil pesos mensuales. Por cierto que dicho exfuncionario ha sido investigado exhaustivamente por
Habrá que ver. Lo cierto es que allí hay mucha tela de dónde cortar. Y lo que muchos se preguntan es si salvará a Anaya el comadrazgo que tiene con Calderón. Al interior del propio PAN hay quienes aseguran que Calderón no defenderá a su compadre si se demuestra legalmente que incurrió en abusos e irregularidades, sin embargo ¿para qué sirve entonces el compadrazgo?. Ver para creer, como diría Santo Tomás.
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